El ácido azelaico puede ser tu mejor aliado si tienes rojeces, acné o manchas en la piel. Hoy te contamos por qué querrás añadir este fantástico ingrediente cosmético a tu rutina.
¿Qué es el ácido azelaico?
El ácido azelaico es un ácido dicarboxílico, un compuesto químico natural que se encuentra presente en varios tipos de cereales como el trigo o la cebada. A día de hoy se ha convertido en un popular activo cosmético debido a sus increíbles propiedades y a su gran tolerancia incluso entre las pieles más sensibles.
¿Para qué sirve?
Si estás aquí es porque quieres saber qué hace exactamente el ácido azelaico y cuáles son sus beneficios. Bien, pues este activo se caracteriza principalmente por sus propiedades antibacterianas, antioxidantes, seborreguladoras, despigmentantes, exfoliantes e antiinflamatorias. Básicamente… hace casi de todo.
- Trata y previene el acné: Al realizar una suave exfoliación en la piel, el ácido azelaico desobstruye los poros, pero es que además ataca y bloquea las bacterias que causan acné, evitando así su aparición.
- Elimina manchas: Gracias a su acción despigmentante, el ácido azelaico es capaz de unificar el tono de la piel, eliminando las manchas presentes en la piel (melasma, hiperpigmentación post-inflamatoria y lentigos) al inhibir la enzima responsable de la formación de melanina.
- Reduce las rojeces y las inflamaciones: Una de sus principales funciones consiste en calmar la piel, reduciendo cualquier posible irritación, hinchazón o rojez presente en la piel.
- Regula la producción de sebo: Su acción antiseborreica evita la producción excesiva de sebo, evitando que los poros se obstruyan y sean más visibles de lo que deberían.
¿Quién puede usar el ácido azelaico y cómo se usa?
Fácil. Todo el mundo. El ácido azelaico es un activo generalmente apto para todo tipo de pieles, por lo que puedes incluirlo en tu rutina sin problema. De hecho, su tolerancia es tan alta que es incluso apto para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
Ahora bien, este compuesto es especialmente interesante para personas con pieles sensibles, con manchas en la piel, con tendencia acneica, pieles mixtas y grasas o con afecciones como la rosácea o la dermatitis seborreica.
A la hora de aplicarlo por primera vez, es muy posible que notemos un suave cosquilleo en la piel. No te preocupes, es totalmente normal y solo ocurrirá las primeras veces hasta que tu piel se acostumbre. Para facilitar esto, te recomendamos empezar a usarlo un día sí, un día no (especialmente si la concentración de ácido azelaico es alta),hasta que tu piel se habitúe y puedas usarlo a diario. ¡Y no olvides el protector solar en tu rutina de mañana!
¿Qué NO se puede mezclar con ácido azelaico?
Aunque el ácido azelaico es muy tolerante para todo tipo de pieles, hay algunos activos con los que es mejor no combinarlos. Así que si vas a añadir este ingrediente a tu rutina, asegúrate de no usar retinol, ácidos exfoliantes (AHA, BHA, PHA…) u otros despigmentantes potentes como el ácido glicólico en la misma rutina.
¡Ojo! Eso no quiere decir que tengas que eliminar estos activos de tu rutina, sino que te asegures de alternarlos en rutinas o días diferentes para que no coincidan. Por ejemplo, si usas ácido azelaico en tu rutina de día, todavía puedes usar ácidos exfoliantes en tu rutina de noche. Simplemente asegúrate de separarlos para evitar que la piel se irrite.
Cómo incluir el ácido azelaico en tu rutina
Normalmente está presente en sérums o cremas hidratantes, ya que se trata de un tratamiento bastante potente y concentrado, bastante difícil de formular. Así que añadirlo en tu rutina de día y/o noche, no debería ser un problema.
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Me interesaConclusión
El ácido azelaico es una muy buena opción para aquellas personas que tengan una piel sensible, con acné o manchas, siendo un activo seguro incluso durante el embarazo y la lactancia. Y si no termina de convencerte, en nuestra página web puedes echar un vistazo a nuestra sección de acné o a nuestra sección de manchas para descubrir otros productos e ingredientes aptos para tratar este tipo de problemáticas.