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La crema hidratante es uno de los pasos fundamentales de la rutina de cuidado de la piel coreana. Existen cremas para diferentes tipos de pieles: anti-arrugas, anti-manchas, nutritivas, emolientes, etc. También ayudan a ocluir todos los demás tratamientos que te has aplicado antes, para que no se evaporen antes de penetrar en la piel. ¡Son absolutamente necesarias!
Una crema es uno de los productos clave y básicos para cuidar nuestra piel. Consiste en una sustancia que protege, humecta, hidrata y lubrica la piel. Normalmente, esta función la realiza el sebo, pero debido a los continuos cambios externos e internos que sufre nuestro cuerpo la producción de sebo no garantiza la correcta protección o hidratación de la piel. Además, la mayoría de cremas contienen ingredientes que van a tratar nuestra piel.
En general, hay tres tipos de cremas: las cremas hidratantes, las nutritivas y las emolientes. Las cremas hidratantes son aquellas que aportan mucha agua y son recomendadas para pieles grasas, mixtas o deshidratadas. En cambio, las cremas nutritivas son las que aportan lípido, puesto que están formuladas con mucho aceite; esto las hace ideales para pieles secas o maduras. En cambio, las cremas emolientes son aquellas que aportan muchísimo aceite y protección a pieles castigadas por el clima, la edad o alguna condición específica como eczema, psoriasis o pieles sometidas a tratamientos de quimioterapia.
Las cremas pueden tener también más o menos densidad. Las hay muy densas y cremosas, pero también las hay más fluidas como las lociones o los geles.
En realidad, no hay una crema general que sea mejor que las demás. Todo dependerá de tu tipo de piel y del tratamiento que le quieras dar. Por ejemplo, las pieles secas se beneficiarían mucho de cremas que les aporten mucha nutrición e hidratación con ingredientes como la manteca de karité, avena o el aloe vera. A las pieles grasas les vendría mejor alguna crema muy ligera con ingredientes como el ácido hialurónico o el té verde. Las pieles maduras podrían optar, además, a cremas con ingredientes específicos como los péptidos o el resveratrol.
La crema hidratante es aquella que nos aporta agua, mientras que la crema humectante es aquella que nos aporta lípidos y nutrición.
En realidad, en la industria de la cosmética ambos términos son sinónimos y se utilizan para referirse a productos que cumplen la misma función. Quizás, la única diferencia se encuentre en que las cremas hidratantes aporten agua y las humectantes tengan también función de mantener la hidratación de manera más prolongada.
Un error común es pensar que las cremas hidratantes son para las pieles secas. De hecho, las cremas hidratantes, tal y como indica el prefijo "hidro", son productos que se encargan de aportar agua a la piel. Las pieles necesitan agua independientemente de si son secas o grasas. No hay que confundirlas con las cremas nutritivas, que aportan lípidos, cuyo uso si es más recomendado para las pieles secas.
Por norma general, no es aconsejable utilizar crema corporal en el rostro puesto que estas suelen ser mucho más densas y emolientes, y aplicarlas en el rostro podría ocluir los poros y causar acné y puntos negros. Aún así, hay algunas cremas corporales que también son aptas para rostro; todo depende de las indicaciones del fabricante, pero la mejor opción es siempre tener un producto especialmente formulado para tratar la piel de nuestra cara.
La diferencia entre estos dos productos es abismal, puesto que ambas se aplican en diferentes pasos y sirven a distintos propósitos, además de que difieren en textura y forma de aplicación. La crema facial, normalmente en formato gel, emulsión o crema, está ideada para aplicarse como último paso de la rutina para sellar todo lo que nos hayamos aplicado anteriormente. Pueden tener principios activos, como retinol o SPF, pero la cantidad es muy pequeña puesto que va diluida en otros ingredientes de mayor importancia como es la glicerina o el pantenol. El sérum, en cambio, suele venir en formato líquido y se aplica antes de la crema. Los sérum son tratamientos, por lo que pueden ser totalmente opcionales, y su principal función es resolver o tratar un problema concreto que tenga nuestra piel, además de estar formulados casi en su entereza con ingredientes activos.
La mejor crema coreana será la que se adapte a tus necesidades a la vez que te aporte hidratación y sea capaz de sellar todos los productos que te aplicas durante tu rutina de belleza. Entre sus ingredientes siempre es aconsejable que contengan glicerina, pantenol, ceramidas o ácido hialurónico, además de colágeno y adenosina.