Lamentamos las molestias.
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Hay muchísimos tipos de péptidos y tu no tienes ni idea de por donde empezar... ¡no te preocupes! Para eso estamos nosotras ;) sigue leyendo para descubrir más sobre estos maravillosos compuestos químicos que nos dan un efecto Botox sin tener que inyectarnos nada.
Los péptidos son ingredientes de renombre en el mundo de los ingredientes antiedad, y es que hay péptidos para todos los gustos y funciones. Para explicarlo de manera fácil, los péptidos son aquellos que ayudan a nuestra piel a reforzar el colágeno, la elastina, la queratina y demás proteínas de la piel. Cuando los péptidos empiezan a escasear, nuestra piel pierde elasticidad y empieza la aparición de arrugas.
Por suerte, hay muchísimos productos que contienen péptidos y van a darle a nuestra piel lo que les falta, para mantener una piel sana y elástica.
Hay varios tipos de péptidos y variarán en función del número de aminoácidos que posean: por ejemplo, oligopéptido, tripeptido, hexapéptido, polipéptido, etc.
Cada uno de estos péptidos tiene una función diferente, por ejemplo, los tripéptidos mejoran la regeneración de la piel, los polipéptidos reafirman la piel produciendo más colágeno, los hexapéptidos son los que dan el deseado efecto Botox, ya que reafirman las líneas de expresión rebelde de los ojos, la boca y la frente mediante la relajación de los músculos que acentúan las arrugas... ¡Hay péptidos para todos los gustos!
Todo tipo de piel puede utilizar los péptidos, ya que no son irritantes y nuestra piel está muy acostumbrada a ellos. Son especialmente útil para las pieles maduras, puesto que en ellos verás el resultado al cabo de un par de semanas.
Los péptidos no causarán efectos secundarios siempre que utilices productos certificados y con todos los controles sanitarios necesarios para su venta.