Lamentamos las molestias.
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¿Tienes los poros muy visibles y tienes puntos negros? ¡Has venido al lugar indicado para resolver tus dudas! Los puntos negros no son más que el exceso de sebo que se ha atascado en tus poros y por suerte, hoy en día existe una manera muy fácil de eliminarlos. ¡Sigue leyendo!
En primer lugar, todos los poros están abiertos, solo que algunos son visibles a simple vista y otros no. Los poros abiertos se ven como pequeños agujeritos en la piel del rostro y, normalmente, tienen un pelito muy fino que sale de ellos (¡aunque tú no lo veas!). En cambio, los puntos negros son poros que están obstruidos y cuyo color se vuelve marrón o negro debido a la oxidación. Es muy fácil diferenciarlos: unos están huecos y otros tienen una "bolita" oscura, que muchas veces puede incluso tener relieve o notarse al tacto.
Es muy importante que no intentes quitarte los puntos negros en casa, puesto que hacerlo mal podría causar infección y empeorarlo mucho. Lo ideal si tienes puntos negros es utilizar ingredientes como el ácido salicílico o BHA. Es un ingrediente que es capaz de disolver el sebo facial, eliminando los puntos negros sin hacer daño a la piel. ¡Ten paciencia! Verás resultados solo si lo usas con consistencia durante mínimo 4 semanas, aunque algunos resultados serán visibles desde el primer día.
Desgraciadamente, los poros no se pueden cerrar, por mucho que te digan lo contrario. Los poros son absolutamente necesarios para nuestro cuerpo: nos ayudan a eliminar toxinas, regular nuestra temperatura corporal y proteger nuestra piel de la sequedad. Lo que sí se puede hacer es minimizar su apariencia mediante ingredientes como la niacinamida o el ácido salicílico que regulan el exceso de sebo y limpian los poros en profundidad.
Si tus poros son muy visibles a simple vista, puede haber dos motivos. El primero es que sea algo genético: observa si tus padres tienen también los poros visibles, y tendrás la respuesta. No hay un motivo concreto, pero en la mayoría de los casos tiene que ver con tener la piel mixta o grasa: al producir más sebo los poros son más grandes. El segundo motivo es la falta de elasticidad: con el tiempo vamos perdiendo proteínas como la elastina o el colágeno, que provocan que la piel pierda la capacidad de estar firme y se agranden los poros como consecuencia.