Protectores solares
Si quieres una piel sana y bonita, hay algo que nunca debes olvidar: el protector solar. Puede parecer que este paso de la rutina es opcional, pero lo cierto es que es un imprescindible. Los protectores solares no solo se encargan de proteger la piel del sol y los radicales libres, sino que además ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de manchas. Descubre nuestros protectores de rápida absorción y despídete de acabados pegajosos y rastros blancos en el rostro.
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Sobre Protectores solares
¿Qué diferencia hay entre un protector solar coreano y uno occidental?
Los protectores solares coreanos se diferencian de los occidentales principalmente debido a su formulación. Debido a que en Corea del Sur se cuidan mucho del sol, sus protectores solares suelen ser muy ligeros y de rápida absorción, pues están pensados para reaplicarse varias veces durante el día. Además, a diferencia de muchos protectores occidentales, no acostumbran a tener olores fuertes, sino todo lo contrario. En general podemos decir que los protectores solares coreanos han sido diseñados para garantizar la máxima comodidad de aquellos que lo usan, con texturas suaves y ligeras, aromas casi imperceptibles y una alta protección SPF y PA. Por si fuera poco, este tipo de cremas solares no dejan apenas rastro blanco tras su aplicación y su formulación se integra perfectamente en la piel, lo que no entorpece la aplicación de maquillaje ni la reaplicación del producto durante el día. Adicionalmente, algunos protectores solares coreanos incluyen algún tipo de tratamiento iluminador, antiedad, anti-acné, etc..l
¡Pero ojo! Estas características no sólo están presentes en protectores solares de Corea del Sur, en nuestra cuidada selección de cremas solares también podréis encontrar productos occidentales con características parecidas, por lo que vale la pena echarles un vistazo.
¿Qué significado tiene el FPS (SPF) en el protector solar? ¿Y el PA?
El FPS o SPF hace referencia al Factor de Protección Solar, un valor numérico que indica la capacidad de un producto para proteger la piel contra los rayos ultravioleta B (UBV) que pueden causar quemaduras o enfermedades de la piel. Las principales diferencias en los distintos valores de FPS recaen en su capacidad de protección:
El SPF15 bloquea el 93 % de rayos UVB
El SPF30 bloquea el 96.7 % de rayos UVB
El SPF50 bloquea el 98 % de rayos UVB
El SPF100 bloquea el 99 % de rayos UVB
Por tanto, contra mayor sea el factor FPS, mayor será la protección frente al sol y menores serán los daños sobre la piel. Sin embargo, es importante recordar que es recomendable reaplicar el protector solar cada 2 horas si estamos expuestos de forma directa y constante al sol, independientemente del factor FPS que tenga nuestro protector solar.
Por otro lado, el PA es el valor que indica el grado de protección frente a los rayos UVA, los cuales son los causantes del daño celular provocado por el sol, de la aparición de manchas y del envejecimiento prematuro de la piel. Este tipo de indicador es muy común en productos provenientes de Japón y Corea del sur, aunque cada vez son más las marcas occidentales que lo incorporan en sus productos. El grado de medición del PA funciona a través de “+”, contra más símbolos “+” tenga una crema solar, mayor será la protección contra los rayos UVA. Por ejemplo, un protector solar con clasificación PA+++ ofrecerá una mayor protección UVA en comparación con un protector solar con clasificación PA++. Es importante tener en cuenta que la máxima protección UVA que puede tener un producto es de PA++++.
¿Qué va primero el protector solar o la crema hidratante?
El protector solar siempre será el último paso de nuestra rutina facial de día, pues crea una capa protectora y selladora, lo que dificulta la absorción de cualquier producto que se aplique después. Por tanto, aplicaremos siempre la crema hidratante primero, y luego el protector solar.
¿Qué cantidad de protector solar debo aplicarme y cada cuánto?
Para que la crema solar nos proteja correctamente con el FPS que indica en el envase, debemos aplicarnos una cantidad generosa. En el caso del rostro y cuello, la cantidad correcta a aplicar sería el equivalente a dos dedos de producto (índice y corazón).
Para mantenernos protegidos durante el día, deberíamos reaplicar la protección solar cada 2 horas aproximadamente (los protectores en formato stick son perfectos para estos casos) si la exposición solar es directa. En caso de que no estemos expuestos de forma directa o contínua al sol, podemos retrasar un poquito la reaplicación del producto.