Lamentamos las molestias.
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¿Sigues teniendo dudas sobre qué tipo de piel tienes? Aquí te dejamos con las más comunes que te pueden surgir sobre el tema.
Identificar tu tipo de piel puede ser una tarea muy fácil, porque los signos están muy claros, o muy difícil, cuando hay varios factores a tomar en cuenta y nos confunden. Solo tú podrás saber cuál es tu tipo de piel, ¡aunque nosotras siempre intentaremos ayudarte!
Los tipos de piel son, en general, estos cuatro: normal, seca, grasa y mixta. Hay quienes opinan que también hay un quinto tipo de piel (sensible), pero nosotras somos de las que creemos que la sensibilidad es una condición que puede existir en cualquiera de los cuatro tipos de piel mencionados.
El tipo de piel es la condición de la piel que siempre se mantiene. Una persona no va a dejar de tener la piel seca de un día para otro, y tampoco va a empezar a tenerla grasa de repente. Y es que, los tipos de pieles se rigen principalmente por motivos genéticos.
Hay varios factores a tener en cuenta a la hora de identificar qué tipo de piel tenemos. En general, no hay ningún test ni prueba que pueda garantizar que sus resultados sean fiables al 100%.
Lo ideal es observar nuestra piel y ver cómo se comporta:
La piel seca es aquella que tiene mucha tirantez, cuyos poros no son visibles y con líneas de expresión.
La piel grasa, al contrario, tiene poros muy visibles y bastantes brillos, además de sentirse siempre un poco pesada.
Si hablamos de una piel mixta, sería aquella que combina estos dos tipos anteriores, y dependiendo de la zona, es más seca o grasa.
Hablaríamos de piel normal cuando estuviéramos ante una piel que no nos da molestias, pero suele estar un poco apagada.
Las condiciones externas de la piel son aquellas que se salen de nuestro control y nuestra genética. Entre ellas, puedes encontrar la sensibilidad, la sensibilización, la hidratación o deshidratación, el acné, las manchas, la sequedad causada por medicación, las consecuencias del alcohol y el humo, etc. Algunas son evitables, otras no, pero todas ellas pueden tener un remedio, a diferencia de los tipos de piel.
Normalmente, elegimos las bases de maquillaje de acuerdo al efecto que nos gustaría darle a la piel, pero igualmente se podrían seguir las siguientes pautas:
Si tienes la piel seca o madura, suelen funcionar mejor las bases formuladas en aceite y si tienes la piel mixta o grasa te irán mejor las bases formuladas en agua. Las pieles acneicas deben mirar en la formulación si hay algún ingrediente comedogénico (propenso a obstruir los poros), para evitar la formación de granitos.