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El tónico es el paso que nos va a equilibrar el pH de la piel, esencial para el correcto funcionamiento de la flora bacteriana que vive en la epidermis. Es lo que hace que no se reproduzcan las bacterias que causan el acné y que protejan a la piel de los agentes externos que intentan invadirla. ¿Sigues teniendo dudas sobre los tónicos? ¡Sigue leyendo!
El tónico es necesario siempre después de habernos limpiado el rostro, puesto que este producto va a equilibrar el pH de nuestra piel y va a aportarle la hidratación de la que le acabamos de privar.
En general, solo hay un tipo de tónico, aunque puede haberlos con varios principios activos o ingredientes. Hay tónicos con ácido hialurónico, con té verde, con extractos de plantas medicinales que van a calmar la piel al instante o con activos como los ácidos exfoliantes, péptidos o niacinamida, que van a tener función seboreguladora. Hay tónicos para todos los gustos y necesidades, solo debes encontrar el que mejor se adapte a ti.
Los tónicos astringentes son productos con altos contenidos de alcohol que tienden a deshidratar la piel para hacer ver más pequeños los poros y que parezca que eliminan la suciedad.
Puesto que bajo ningún concepto queremos deshidratar nuestra piel, sobre todo si tenemos la piel sensible, lo ideal sería evitar productos astringentes. Además, los poros no pueden "cerrarse", solo minimizar su apariencia, y esto solo se puede conseguir mediante una correcta limpieza e hidratación.
En realidad, el tónico es uno de los cuatro pasos básicos para una correcta rutina. Si no aplicamos un tónico con el que restaurar el pH de la piel, rompemos el equilibrio existente entre el resto de productos que utilizaremos en la rutina, y éstos no alcanzarán su máximo rendimiento. Además, no es recomendable sustituir el tónico por productos caseros como el agua de pepino o el jugo de tomate, puesto que no son productos testados dermatológicamente y no han pasado ningún control de calidad para garantizar su seguridad.
Este método consiste en aplicarse un tónico hidratante 7 veces, una después de otra esperando a que se absorban, para llenar nuestra piel de activos humectantes e hidratantes sin necesidad de seguir con el resto de la rutina y aplicando simplemente una crema hidratante (oclusiva, que impida su evaporación) para sellarlo.
Sin embargo, no se ha demostrado la eficacia de este método y puede llegar incluso a resultar demasiado para ciertos tipos de piel, aportándoles hidratación en exceso.
Es un método útil para mejorar temporalmente estados severos de deshidratación por exceso de exposición solar o a ambientes extremadamente secos y áridos en los que el agua evapora de la piel con más rapidez.
El modo de aplicación varía según el formato elegido. No es lo mismo aplicar un tónico en mist (bruma) o en pads (discos) que en envase tipo botella.
El más extendido es el formato botella, en el que principalmente hay dos modos de aplicación: el primero consiste en verter un poco de producto en un disco de algodón y deslizarlo suavemente por el rostro. El segundo sería poner un poco de tónico en nuestras manos y presionar dando suaves toques sobre el rostro, ayudando a su absorción.
Nosotras somos más partidarias de este método, también el más utilizado en Corea, puesto que el disco de algodón absorbe mucho producto, puede dejar restos de tejido y es más irritante para la piel.
Eso no quita para que en el caso de los tónicos con ácidos exfoliantes sea interesante potenciar el efecto ayudándonos de un disco para facilitar esa exfoliación gracias a la fricción mecánica del disco. De todos modos, desde KOSS recomendaríamos el uso de discos desmaquillantes reutilizables, mucho más respetuosos con el medio ambiente y, además, no dejan residuos o tejido en la piel.
El momento de aplicación del tónico tiene mucho que ver con su función de equilibrar el pH de la piel, por eso, siempre debemos usarlo después de habernos realizado la doble limpieza puesto que este producto reestablece el equilibrio de nuestra piel dejándola confortable y más receptiva al resto de la rutina.
Por tanto, es recomendable aplicarlo en ambas rutinas, mañana y noche.
A diario, el tónico sería el segundo paso de la rutina, justo después de la limpieza (tercer paso si realizamos una doble limpieza). En las rutinas semanales que incluyan exfoliación, el orden a seguir sería: limpieza, exfoliación y tónico, ya que la exfoliación también altera el pH de la piel.
Esto mismo es aplicable a las mascarillas faciales con aclarado, ya que al enjuagarse con agua se altera el pH y debemos reestablecerlo después con un tónico.