Vitamina C

Es recomendable incorporar vitamina C a tu rutina para protegerte del estrés oxidativo al que sometemos a nuestra piel todos los días. La vitamina C es un antioxidante muy potente que cuida nuestra piel y la protege de todo lo que le hace daño normalmente, además de ser un muy buen despigmentante (difumina manchas), estimula la producción de colágeno para mantener la piel firme y nos protege del daño del sol.

Lo ideal es aplicar los productos con vitamina C por las mañanas, puesto que así nos protegemos a lo largo de todo el día del estrés oxidativo. Aún así, en KOSS recomendamos utilizar vitamina C por las noches si hace mucho sol en donde vives, puesto que es fotosensibilizante y si no te aplicas bien un protector solar podrían aparecer manchas.

Esto dependerá del tipo de producto y su modo de empleo. Recuerda dejar unos minutos para que se absorba bien y sigue con tu rutina. ¡Ojo! Deberás utilizar protección solar con SPF muy alto puesto que la vitamina C es extremadamente fotosensibilizante, es decir, se oscurece en contacto directo con el sol. No la utilices cuando vayas a la playa o cuando vayas a estar mucho rato al sol sin gorra o sombra.

Efectivamente, es apta para todo tipo de piel. Sin embargo, no deja de ser un activo muy potente, por eso recomendamos siempre empezar por una concentración muy bajita y utilizarlo 1 o 2 veces por semana hasta que nuestra piel se acostumbre. Si después de su uso notas la piel roja o con ardor, no utilices el producto durante una semana y vuelve a probar en concentraciones más bajas o diluyéndolo en otro producto, preferiblemente una crema hidratante.

No existe un producto mejor de vitamina C, ¡eso deberás decidirlo tú! Nosotras te damos algunos consejitos para encontrarla. 

Primero, no siempre las altas concentraciones de un ingrediente son mejores, sobre todo en el caso de un activo potente como la vitamina C. Prueba primero con concentraciones muy bajas como un 5 % e incluso mézclalo con otros productos para suavizar su efecto. Cuando tu piel lo tolere bien, sube el porcentaje. Nosotras recomendamos nunca pasarnos del 15 % puesto que podría irritar en exceso nuestra piel.

Segundo, procura buscar un envase que no sea transparente. La vitamina C, a parte de ser fotosensibilizante, es altamente fotosensible. Es decir, se oxida cuando entra en contacto con la luz o el aire. Los envases de vitamina C suelen ser oscuros o con protección UV para mantener el producto lo más fresco posible. ¡Tú también! Procura mantener tu vitamina C en un lugar oscuro y seco (en su caja, por ejemplo) y utilízalo a menudo para que no se te oxide antes de acabarlo.

No pasa nada, sigue siendo segura su utilización. La única pega es que los beneficios de la vitamina C serán menores, pero sigue siendo un buen antioxidante.